“Cualquier sistema educativo debe estar dirigido a
dos metas: a) el desarrollo del estudiante como individuo y b) el desarrollo
del estudiante como miembro de la sociedad.” – J.A. van Ek trabajo para el
Consejo Europeo
Desde niña fui expuesta a un ambiente multicultural,
en un entorno donde escuchaba español, ingles, francés y kekchí a diario. Creo
que éste es el origen de mi teoría pedagógica, en la que considero sumamente
importante desarrollar competencias y valores interculturales en los alumnos.
Según Wikipedia, las competencias interculturales
son las habilidades de actuar y relacionarse de una manera apropiada y
eficiente en diversos contextos culturales. Para ello se necesitan 3 elementos:
a) un conjunto de destrezas interculturales, b) conocimiento de las diferentes
realidades culturales y c) motivación.
A través de los años hemos comprobado que la mayoría
de las guerras que la humanidad ha librado se originan principalmente por el
poco o nulo entendimiento entre las diversas culturas; por ende si anhelamos
una sociedad pacífica y un mundo pacífico es obligación del docente crear un
ambiente adecuado para “humanizar al educando” y “liberarlo de la
deshumanización”, es decir “liberar al hombre de todo lo que no lo deja ser
persona” (Freire). Esto se puede lograr si enseñamos a las alumnos a potencializar
las semejanzas y respetar las diferencias (PS-RD).
En mi experiencia como docente, he comprobado que
ésta no es una tarea fácil, pues debemos empezar por romper o deshacer
prejuicios. Este incluye muchas veces prejuicios religiosos, ya que las
creencias son parte del bagaje cultural. Por ello en la declaración “Nostra Aetate” del Concilio Vaticano II en 1965 invita a “Considerar
con sincero respeto los modos de obrar, vivir los preceptos y doctrinas por más
que discrepen” – lo interpreto como una invitación no solo al ecumenismo,
que es la cooperación entre confesiones cristianas, sino también al Dialogo
Interreligioso, que es la búsqueda de la cooperación entre diferentes
religiones.
En mi teoría de PS-RD la enseñanza es un proceso
activo centrado en el alumno. En este proceso se busca además de romper prejuicios,
activar conceptos culturales a través de generar consciencia de la propia
cultura y comprensión de la cultura diferente, esto se logra tomando contenidos
de la realidad mundial. Es importante desarrollar en los alumnos destrezas de
mediación entre las diferencias y saber tratar los diferentes valores y
conceptos para buscar caminos de comprensión común.
Uno de los elementos más importantes en el
aprendizaje intercultural es desarrollar la empatía – que es la capacidad
cognitiva de percibir lo que otro individuo puede sentir. Gardner llama a esta
capacidad en su Teoría de Inteligencias Múltiples la Inteligencia Interpersonal.
Esta teoría no debe confundirse con la teoría
socio-cultural de Vigotsky la que afirma que el aprendizaje del alumno se ve afectado
por el entorno socio-cultural del aprendiz, ya que pretendo ir más allá,
pretendo que el aprendizaje se vea afectado no sólo por el entorno
socio-cultural en el que el alumno se desarrolla, sino también hacerlo
consciente de los diversos entornos socio-culturales a nivel global y como
éstos le afectan o cómo el puede afectarlos. Es decir tratar de hacer del
alumno un ciudadano global.
Considero que esto generará no solo responsabilidad individual en el
alumno, sino también
responsabilidad colectiva.
Esta teoría también incluye otros elementos de la
Educación Liberadora de Freire, como por ejemplo la concepción de que el hombre
es un ser en el mundo y con el mundo, que se encuentra en constante interacción
con el mundo y la realidad es un constante proceso de transformación. Otro elemento importante que tomo de la
Educación Liberadora (humanismo) es el intentar generar un diálogo entre
educando y educador en el que ambos aprendan, es decir educar en comunión.
Una herramienta que se utilizará para desarrollar
competencias de comunicación intercultural será la comunicación regular vía
E-mail, chats, blogs o foros electrónicos con personas de diversas culturas.
Una herramienta que se utilizará para medir los
logros es la Escala de Milton Bennett o DMIS (Developmental Model of Intercultural Sensitivity) que menciona 6 pasos divididos en dos etapas:
Etapa Etno-céntrica:
1.
Negación: Las diferencias culturales no existen.
2.
Defensa: Las diferencias culturales existen y son “malas” lo mio es
“bueno”.
3.
Minimización: Acepto las diferencias culturales superficiales,
minimizo las diferencias profundas.
Etapa Etno-relacionada:
4.
Aceptación: Reconozco las diferencias y las acepto
5.
Adaptación: Adapto las diferencias a mi vida
6.
Integración: Las diferencias son parte de mi vida
Concluyo con un extracto del documento “Learning to Live Together” publicado por UNICEF y UNESCO:
“ El aprendizaje intercultural e interreligioso
afirma la diversidad y promueve el diálogo y la comunicación con los demás y
con uno mismo. Es un proceso continuo de aprendizaje individual y colectivo que
promueve una forma de vida constructiva en un mundo global y plural”
Me he gozado tu experiencia multicultural, nos hace mejores personas y maestros! Feliz dia del maestro! Con aprecio, Beatriz
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ResponderEliminarUno de los aspectos fundamentales para comprender la importancia de incorporar la interculturalidad en la educación preescolar (mi área de trabajo) es la relación entre los conceptos de infancia e identidad.
ResponderEliminarAmplia y enriquecedor el tema.